Móviles, televisión, internet, cámaras… vivimos en una sociedad donde la tecnología es unos de los pilares fundamentales de nuestra época. El desarrollo, el progreso, el nivel de vida siempre viene asociado a la tecnología, pero también a la comunicación. Este concepto ha sufrido un cambio drástico en las últimas décadas, ahora podemos hablar de ámbito global. Puedo tener un amigo que se encuentre en el otro lado del planeta y aun así puedo enviarle las fotos de mis últimas vacaciones o el video de mi última práctica de la universidad. Es evidente que nos encontramos frente avances que se producen a velocidades abrumadoras y no puedo evitar pensar hacia donde nos dirigimos, hasta que punto podemos llegar.
Como he dicho la comunicación es cada vez es más tecnológica, pero quien se encarga de controlar todo ese engranaje cibernético, toda esa maquinaria que hace que todos estemos conectados. En esta cuestión no puedo dejar de lado el terreno de la ética, de lo moral. El hombre es el que ha fabricado toda esta ingeniería comunicativa, pero ¿y si se mezclan las propias ambiciones personales? Poder controlar la comunicación mundial es un poder que para muchos puede resultar muy suculento, tener la opción de obtener las conversaciones privadas de la gente puede resultar muy tentativo. Es cierto, que alguno puede haber pensado: tal vez de ese modo sea posible reducir la delincuencia, obtener informaciones de personas que se encuentran en orden de busca y captura… La cuestión es que estarían violando nuestra intimidad, se adentrarían en cuestiones que solo nos atañen a nosotros mismos. Siempre se ha visto en varias películas este tipo de reflexiones, el Gobierno utiliza tecnología secreta que permite vigilar todos nuestros movimientos… Ya es posible saber donde se encuentra una persona utilizando su propio teléfono móvil, vía satélite pueden localizar casi cualquier cosa, ¿quien dice que mientras este escribiendo esto no me están localizando porque estoy descubriendo la mayor conspiración mundial? ¡Causaria un autentico pánico en la sociedad! ¿Qué puede depararnos el futuro? ¿Alguna vez os habéis sentido observados? Algunos lo catalogarían de paranoia, pero ¿y si por primera vez, el loco tuviera razón? Aunque está claro que todo esto solo ocurre en la ciencia ficción, ¿No?
Anónimo
4 comentarios:
En cuanto a la contestación de su pregunta que plantea en el título de esta entrada, le contestaré que sí que me siento observado.
Cada día me gusta más este fotolog. Una de mis hijas me ha dicho que les sugiera que un día hablarán de Amelie... tendré que verla.
Un cordial saludo,
ZP
P.D: Pasen por mi blog y voten...
Yo no estoy loco, únicamente un tanto amnésico.
Pero creo que alguien me observa, últimamente cuando paseo por la calle siento que dos ojos están puestos sobre mi nuca.
En fin, espero que sean paranoias mias.
PD: vota por mi futuro nombre
PD2: el Presidente ha plagiado mi sistema de votación democrático
Sí, me siento observada...la verdad es que desde hace tiempo no puedo evitar mirar la web cam de mi ordenador y no sospechar que alguien detrás puede estar observando...quizá esté paranoica pero ¿quién no a mirado nunca hacia atrás cuando va andando sol@ por la calle creyendo que alguien le vigila...??? Desde que ví la "conspiracion de pánico", yo lo hago siempre...
La verdad es que tenía mucha razón Orwell en su novela "1984", publicada en 1949. La sociedad en la que vivimos cada vez se parece más a la de la novela. ¿Cuánto tardarán en poder leer también nuestro pensamiento?
Si no habéis leído la novela, os la recomiendo mucho. A su vez, existen dos adaptaciones al cine, pero prefiero la novela. Las adaptaciones son: la de Michael Anderson en 1956 y la de Michael Radford en 1984.
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