martes, 28 de octubre de 2008

Mi otro YO

Es curioso cómo el ser humano es capaz de crearse a partir de una primera célula, cómo poco a poco esa originaria minúscula se va dividiendo en otras muchas de modo que se construye en un primer momento un conjunto de elementos microscópicos totalmente idénticos los unos a los otros. Más tarde ya comienza la especialización de esas células y en 9 meses obtenemos un nuevo individuo parecido a sus progenitores, que no idéntico. Pero ¿Qué ocurriría si mediante las nuevas técnicas científicas se pudiera crear un ser totalmente igual a nosotros?, es decir, ¿que ocurriría si se creara un clon nuestro?

Supongo que todos conoceréis a la ovejita Dolly, el primer animal clon que se había creado a partir de una célula adulta. En ese momento comenzó la polémica. ¿Se podría realizar esto en seres humanos? Muchos opinan que este complejo proceso podría ayudar a salvar vidas, podría ayudar a descubrir nuevos avances en el campo de la medicina, pero muchos creen que se trataría de estar jugando a ser Dios. La ética impide que actualmente se pueda realizar clonaciones de personas puesto que estamos hablando de seres pensantes, racionales, con sentimientos. La cuestión es que de cara a la opinión pública este hecho es totalmente imposible hasta el momento, ya que sería totalmente inmoral hacer personas en un tubo de ensayo. Pero, qué hay de los científicos que dejan a un lado toda ética, de los laboratorios donde ansían conseguir este gran avance ya que a su parecer es indispensable para proseguir en el futuro. Bueno pues supongo que nunca podremos saberlo. Es posible que estén haciendo experimentos en alto secreto, puede ser que en algún lugar del planeta se estén creando clones a partir de nuestras células. Hay predicciones catastrofistas que dicen que el clon puede ser usado para conseguir órganos vivos, con una compatibilidad absoluto con el individuo original, de ese modo poder realizar trasplantes con un éxito del 100%. Pero claro, ¡eso sería divagar demasiado! Pero, aun así, no consigo quitarme de la cabeza la posibilidad de que algún día pueda encontrarme otro ser idéntico a mí, pero no estoy hablando de un clon, sino de mi individuo original.

Anónimo


1 comentario:

Saturnino Domínguez dijo...

Querido anónimo,

a mí me horrorizaría eso de tener un clon. Con un Saturnino, creo que ya es suficiente. Aunque si pudiera tener un clon de mi querida Benancia, la espera sería más llevadera.

Atentamente,

Saturnino