Saltar, que simple. No les aburriré con viajes por diferencias espacio-temporales, solo haré una reflexión acerca de ellos, pero corta no se preocupen.
Les plantearé una cu
estión ¿escaparían ahora mismo de su vida? ¿donde irían? y la fundamental ¿porqué?. Yo, en principio acometía a las resabiadas: quiero viajar, descansar, en un lugar bonito. Si desean algo parecido, no se conformen con desearlo, hagánlo. En este momento mi respuesta sería no, a cualquiera de estos saltos. No digo que deban conformarse con lo que tienen, pero si es lo que hay, esfuercense para disfrutarlo.No solo lo digo yo, más bien lo dice mi experiencia personal. Tómenselo como una narración, como el repetido cuento de alguien no demasiado cuerdo. Pero yo he saltado, en muchos lugares, en muchos instantes y no me arrepiento de ello, aunque el poder del hogar sea más fuerte que el extraordinario destino que depara este viaje. Si prefieren no creerlo, si no confian en ello, SALTEN, puede que el futuro sea tan impredecible para ustedes como el pasado lo fue para mi.



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