martes, 2 de diciembre de 2008

Pequeño gran baile

No sabía de donde salía aquel sonido. Era un ritmo fuerte, más bien grande. Pero claro, todo comparado con ella parecía grande. Intentó buscar la fuente de aquella música, andaba todo lo rápido que podía, cosa dificil contando todo el peso que soportaba.
Una barrera de iguales la franqueaba, a su alrededor había obstáculos en todas direcciones. Era hileras e hileras en paso marcial. Apartaba a sus semejantes, individuos que no permitían su desplanzamiento. Nada en ese momento permitía una brecha. Un simple movimiento suponía una brecha en el sistema ordenado con un fín común. Pero ella era de todo menos común. Era impulsiva, original y diferente.
En un imperio de homogeneidad la diferencia supone una dificil aventura. Para ella una aventura de tal magnitud era cruzar un metro de tierra ¿insignificante? tal vez para tí, o para mí. Pero desemvolverse en la amplitud del mundo con solo 5 milimetros de tamaño es una odisea propia de las obras griegas.
Les revelaré un secreto, le apasiona bailar. Pero no bailes cronometrados y dirigidos hasta la saciedad. Le gusta el movimiento, el ritmo, le gusta BAILAR. Porque en un mundo de iguales así pensaba marcar la diferencia. Un baile que conquiste princesas , que derrumbe esclavitudes, que estimule las mentes. Y Creanme no se dará por vencida.



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